Seguramente hayas escuchado multitud de veces que hay que dormir lo suficiente y que el sueño y el descanso son reparadores. Sin embargo, todo en exceso es perjudicial, incluso el dormir. Sí, aunque te cueste creerlo, dormir de más también es malo para la salud. Y no, no estamos diciendo esto para castigarte por ser una vaga si es que te consideras dormilona. Ni tampoco es una teoría de viejas para criticar a las juventudes que se pasan el día en la cama. Es que verdaderamente la ciencia confirma que hay que dormir lo justo y necesario, ni más, ni menos. Pero, ¿Por qué es malo dormir demasiado? Te lo contamos.
Dormir de 7 a 8 horas
Un adulto debe dormir de 7 a 8 horas al día. Esto es lo ideal, aunque es verdad que cada cuerpo tiene unas necesidades concretas, pero haciendo un baremo, podemos concretar que estas son las horas de sueño necesarias y también las saludables. Dormir menos, pondría en riesgo tu salud física y mental. Y por increíble que parezca, dormir más, también te haría daño.
Durante el sueño, esa maquinaria que es nuestro cuerpo y nuestro cerebro se recompone y recobra fuerzas, justo esa energía que ha ido gastando durante el tiempo que ha estado despierto y en marcha. Esto es como los coches. Imagina que has viajado con tu vehículo. Has consumido gasolina o combustible, sea cual sea el que lleva tu coche. De modo que para que tu vehículo siga funcionando, tendrás que recargar su depósito echándole combustible, pues de lo contrario, el coche se quedará parado y tendrás una avería o, como mínimo, será incapaz de andar ni un kilómetro sin energía.
Ahora bien, una vez ese depósito está lleno, ya no puedes seguir echándole gasolina porque no tiene más espacio para almacenarla. Algo similar nos ocurre en nuestro organismo y hace que ese sueño de más, se convierta en un peligro para nosotros. Y es que necesitamos descansar, sin duda. Pero también estamos hechos para estar activos.
Sueño de más, síntoma de mala salud
En primer lugar, si en verdad te cuesta estar despierta, preocúpate. Porque el sueño excesivo puede ser sinónimo de un problema de salud subyacente. Las personas que siempre tienen sueño tienen algo que está fallando en su interior. Puede ser que padezca de alguna enfermedad, carencia, o también de una depresión. En cualquier caso, hay que mirárselo con el médico para descubrir las causas de ese sueño excesivo.
Dormir mucho, te enferma
Si, por el contrario, no tienes problema para estar despierta, pero la pereza te hace quedarte en la cama y dormir hasta que las obligaciones ( o tu madre o tu mascota) te obligan a salir de la cama, en tal caso estás exponiendo tu salud a que esta se deteriore así como tu inteligencia. Tu memoria puede volverse lenta, tan lenta como la memoria de una persona de más edad, porque tu capacidad cognitiva envejece.
Dormir en exceso afecta a tu capacidad para concentrarte, a tu memoria y a tu capacidad resolutiva para los problemas. Pero también la diabetes puede aparecer si te hartas de dormir. E incluso podrías sufrir un ictus o un infarto cerebral. Sin contar, con que estar durmiendo más horas de las necesarias te expone a padecer obesidad. Mientras que los dolores de cabeza y el mal humor también están relacionados con las horas que dormimos, tanto si nos pasamos como si nos quedamos cortos con el descanso.
¿Cuánto es dormir demasiado?
Lo ideal para tu cuerpo y para tu cerebro es dormir unas 7 u 8 horas. Se considera un exceso cuando esas horas de sueño diario se alargan hasta las 9 o más horas. Es decir, que si un día duermes 9 horas porque acumulaste cansancio, porque estuviste trabajando o en vela por alguna razón, no tiene mayor impacto en ti, aunque siempre debemos evitar esto. Pero si de manera recurrente tienes la costumbre de dormir menos de 7 horas, o de dormir más de 8 horas, entonces tu salud peligra y mucho. Tal y como acabamos de ver, las enfermedades que puedes sufrir como consecuencia de abusar de ese placer de dormir, pueden ser muchas y variadas.
Dormir deja de ser un placer para convertirse en una condena en muchas ocasiones. Es cierto que el aburrimiento hace mella en nosotros, igual que el estrés y la tristeza. A veces pasamos por malos momentos y queremos estar durmiendo para no pensar. Otras veces para evitar conflictos en casa, en especial los adolescentes, optan por dormir todo el día y no salir de su cuarto, como modo para no enfrentarse a otras personas de la casa. O simplemente por rebeldía, porque creemos que durante el sueño encontramos un placer que no tenemos cuando estamos despiertos. Pero no te engañes.
El sueño es una herramienta de reparación y, como tal, tenemos que aprenderla a usarla con sentido común. Durmiendo las horas precisas para reponer energías, pero aprovechando el resto de nuestras horas para disfrutar de todos esos otros placeres que nos confiere el hecho de estar despiertos.
Acostarse a buena hora y dormir bien
Dormir bien es la clave para estar bien. Y para ello, dejemos de acostarnos tardes mirando la tele, el móvil o el ordenador. Cuando nos acostemos, apaguemos las preocupaciones. Y descansando bien, veremos la vida de otro color.