Al quedar embarazada, toda mujer se preocupa de que su bebé se desarrolle adecuadamente y tenga una buena salud. El ácido fólico ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con el tubo neural. En este artículo te explicamos la Importancia del ácido fólico durante el embarazo y la lactancia.
¿Qué es el ácido fólico?
El ácido fólico, también conocido como ácido ptroilmonoglutámico, folato o folacina, es una vitamina hidrosoluble del grupo B, específicamente la B9. Esta vitamina es sumamente importante, ya que contribuye: a la síntesis normal del ácido desoxirribonucleico (ADN) y del ácido ribonucleico (ARN); a la formación normal de las células sanguíneas; a la función psicológica normal; al funcionamiento del sistema inmunitario; entre otros.
¿Dónde podemos encontrarlo?
El ácido fólico se puede encontrar en diferentes tipos de alimentos, como:
- Vegetales de hojas verdes (lechuga, brócoli, espinacas, etc.)
- Legumbres (guisantes o frijoles)
- Frutas (cítricos, manzana, banana, mango, aguacate, etc.)
- Cereales
- Frutos secos
- Huevos
- Lácteos (leche, queso, etc.)
- Carnes (hígado, riñón, etc.)
- Pescados (ostra, atún, etc.)
- Harinas enriquecidas
Una dieta balanceada y sana aporta dosis variables de ácido fólico, suficientes para el funcionamiento normal de nuestro cuerpo. El déficit de esta vitamina en la dieta, puede provocar síntomas como diarrea, anemia, fatiga, dolor de cabeza, entre otras afecciones.
Importancia del ácido fólico durante el embarazo
Las mujeres embarazadas, necesitan una cantidad extra de ácido fólico que no es posible cubrir sólo con una dieta saludable. Los expertos médicos recomiendan dosis diarias de 0,4 miligramos (400 microgramos) de ácido fólico un mes antes del embarazo, y al menos durante tres meses después de la fecundación. En ocasiones, se puede prolongar el uso hasta el nacimiento del bebé. Los procesos de manipulación y cocción de alimentos provocan pérdidas considerables en la riqueza del ácido fólico. Debido a esto, es necesario tomar suplementos vitamínicos para alcanzar la dosis diaria recomendada.
Este nutriente previene nacimientos prematuros, problemas cardíacos, malformaciones como la fisura del paladar y el labio leporino, si bien estos defectos no peligran la vida del bebé, requieren de varias intervenciones quirúrgicas.
¿Qué son los defectos en el tubo neural?
El tubo neural se origina el Sistema Nervioso Central del embrión. Su formación ocurre entre la octava y treceava semana del embarazo. Si existe un déficit de ácido fólico, puede darse que el bebé nazca con enfermedades congénitas, las más comunes son:
- Espina bífida: ocurre cuando la médula espinal y la columna vertebral no se cierran completamente. Debido al daño en los nervios hay una parálisis leve en las piernas.
- Anencefalia: es el subdesarrollo grave del cerebro. Es tan grave que los bebé mueren.
- Encefalocele: ocurre cuando el cráneo no se cierra completamente y sobresale la masa encefálica por debajo de la piel.
La mayoría de estas enfermedades comienzan a aparecer antes de que la mujer sepa que está embarazada, por eso es importante que las dosis diarias recomendadas de ácido fólico las consuma toda mujer que sea fértil y mantenga relaciones sexuales.
El consumo prolongado de anticonceptivos orales provoca una disminución en las concentraciones de ácido fólico. Si una mujer queda embarazada en esa circunstancia, el riesgo de defectos neurales en el feto es mayor.
Beneficios del ácido fólico durante el embarazo
Tomar ácido fólico es beneficioso tanto como para el bebé en desarrollo, como para la madre. Además de prevenir los defectos en el tubo neural, consumir ácido fólico: promueve el desarrollo y crecimiento rápido de la placenta (ya que ayuda a producir nuevas células y a suplantar aquellas que han perdido su función); es necesario para la síntesis del ácido desoxirribonucleico (AND). Durante el embarazo el cuerpo de la madre le suministra al bebé el oxígeno que necesita, por lo que aumenta la producción de glóbulos rojos y otras células sanguíneas.
¿Cómo detectar el déficit de ácido fólico?
Cualquier mujer que presenta problemas cognitivos; dolores corporales; piel pálida; falta de aliento al realizar actividades deportivas; problemas digestivos; llagas en la boca e hinchazón en la lengua; pérdida del gusto;o pequeñas úlceras en las piernas puede ser que sea debido a que le falta ácido fólico. En caso de que se presente alguna de ellas, se debe consultar a un médico.
Importancia del ácido fólico durante la lactancia
Algunos especialistas recomiendan continuar con la ingesta de suplementos de folato durante la lactancia. De hecho, la dosis diaria recomiendan subirla a 500 microgramos (0,5 miligramos). El ácido fólico se genera a través de la leche materna para el bebé y se va generando cada vez en mayores dosis. Esto puede traer como consecuencia, que la madre presente déficit de ácido fólico y con ello anemia. Además, el suministro de ácido fólico al bebé a través de la leche materna, asegura que éste siga teniendo los nutrientes necesarios para el óptimo desarrollo y crecimiento del cerebro y la médula espinal, además de promover la producción de células nuevas y saludables para su cuerpo.
Una alternativa al ácido fólico
Ácido levofolínico
En el XIX Congreso de Medicina Perinatal celebrado en el año 2003 en la ciudad de San Sebastián, España, se reveló un estudio muy interesante. En dicho estudio, se recomienda la prescripción de 5mg al día de ácido levofolínico a las mujeres que no planifican su embarazo y que no toman ácido fólico antes de la concepción. Esto con el fin de alcanzar con mayor rapidez e intensidad los valores de homocisteína. El estudio revela que “el descenso de la homocisteína plasmática se hace evidente al segundo día de iniciar el tratamiento con el ácido levofolínico, y al décimo día se puede constatar el aumento de los folatos intraeritrocitarios”. Esta propuesta es ideal para proteger la salud los bebés de las mujeres que no planificaron su embarazo, y por lo tanto, no tomaron ácido fólico previamente.