Es muy popular relacionar las ovejas con dormir. Desde antiguo se nos dice que, esas noches de insomio, las dediquemos a contar ovejitas hasta que caigamos rendidos al sueño. Pero, ¿Es efectivo contar ovejas para dormir? ¿Funciona en todas las personas o solo en algunos caso?. ¿No es más que un mito de abuelas? Veamos.
El tema resulta tan curioso e interesante, que se han llevado a cabo estudios sobre ello para averiguar hasta qué punto hay una verdad escondida en esta creencia. El resultado sorprende, porque echó por tierra este viejo mito. Contar ovejas no solo no nos ayuda a dormir, sino que nos pone más nerviosos, porque activa nuestro cerebro y nuestra atención, para no perder el hilo del recuento de ovejas.
Contar ovejas causa somnolencia
Lo que son las cosas. Mientras que todos creíamos que contar ovejas era un método infalible para llamar a Morfeo, resulta que más bien lo que consigue es espantarlo. Así que, al menos que te encantes las matemáticas, ya no es necesario que cuentes ovejas cada noche. Es más, preferiblemente, no lo hagas, porque no te servirá más que para perder tu paciencia.
Imágenes relajantes,sí
Contar ovejas no ayuda a dormir. Lo que sí lo hace es visualizar imágenes relajantes. Aquí juegan las preferencias de cada uno, así que busca qué imágenes y pensamientos te relajan a ti, que no tienen por qué ser las mismas imágenes o pensamientos que relajan a otras personas. Cada persona es mundo complejo. Si te da sueño, anótalo y tenlo a mano para tus noches de insombio.
¿De dónde viene esa creencia de contar ovejas?
Pero a ver que nos enteremos, si la ciencia se ha atrevido a estudiar esta teoría porque ni ella se lo creía, ¿de dónde viene esa creencia de que contar ovejas ayuda a dormir? Al parecer esta creencia viene de muy antigüo, tanto que hay que remontarse nada menos que al siglo XII, y es que se refiere sencillamente a un cuento que se contaba por aquellos tiempos. Igual que existe la costumbre desde hace siglos de contar cuentos a nuestros pequeños para que se vayan a la cama relajados y que, al mismo tiempo estén aprendiendo moralejas, pues este de las ovejas era un cuento más de inicios del siglo XII.
Se trata de un cuento dentro de otro cuento, porque la leyenda consta de la historia de un rey que tenía contratado a un fabulista para que le contase cuentos antes de irse a dormir. Este rey tenía problemas de insomnio y el fabulista tenía ante sí un complejo desafío de inventar cuentos cada noche hasta que el monarca cayera rendido por el sueño. Y como el rey no se dormía, la imaginación del cuentista comenzó a fallar. Tuvo que recurrir a una treta, que consistía en la historia de un aldeano que había comprado mil ovejas a las cuales llevaba a pastar.
Puesto que pastor y ovejas incluso tenían que atravesar ríos, el aldeano debía contar a sus ovejas para garantizar que todas estaban en el rebaño y no había dejado atrás a ninguna. Así, en el cuento, había una parte en la cual había que ponerse a contar ovejas, hasta un total de 1000 ovejas, las mil ovejas que llevaba consigo el pastor.
Como era de esperar, a mitad del recuento, si no antes, el rey efectivamente caía dormido. Pero no porque las ovejas fuesen un efectivo remedio contra el insomnio, sino del propio aburrimiento, y de las horas de más que un cuerpo en vigilia no es capaz de soportar.
¿Qué hacer ante el insomnio entonces
Si como le sucede al rey del cuento de las ovejas, tú también padeces de insomnio, ya has visto que contar animales no es un remedio contra los problemas de sueño, sino que para relajarse no hay nada como visualizar imágenes de paisajes naturales que nos gusten. Una vez tu cerebro esté en sintonía con la naturaleza y se encuentre relajada, el sueño hará su aparición. Esto sí es mano de santo para dormir.
Evita cenar en exceso y no te vayas a la cama con mucha ropa, ni tampoco con muchas preocupaciones en la cabeza. En su lugar, aparca los problemas y date un respiro. Disfruta de la noche, de sus sonidos, de su olor y de los paisajes tan bellos que nos regala. Todo lo demás, tiene solución y puede esperar. Celebra que estás vivo, acepta los desafíos de la vida e iníciate en todos aquellos proyectos que consigan enriquecerte espiritualmente, pero sin marear tu cabeza.
Tomar infusiones relajantes pero suaves, como la tila, la melisa, o la flor del naranjo, son manos de santo para mejorar nuestra capacidad de descanso.
Y además, depura tu casa y refresca las estancias en las cuales vas a estar dormido. Pocas cuestiones pero muy efectivas para descansar bien.