Seguro que has oído hablar en más de una ocasión de los posibles beneficios de la leche por la noche para conciliar el sueño. A continuación desgranamos todos los entresijos al respecto.
Pues bien, la leche está considerada un alimento básico en la nutrición de las personas, gracias a su completa composición en la que destacan elementos nutritivos necesarios para el adecuado desarrollo del organismo humano.
Tomar leche antes de dormir
Es muy común en muchas culturas incluir un vaso de leche por las noches antes de ir a dormir. Durante mucho tiempo esto solo se consideró una costumbre, pero tras muchas investigaciones se ha comprobado que este es un ritual muy beneficioso, ya que la leche es un alimento que ayuda a regular el sueño gracias al contenido de triptófano en su composición. Desde aquí te queremos recordar que tenemos los mejores colchones para dormir a precios muy bajos, nuestro objetivo es lo mejor al mejor precio.
La leche, el Triptófano, la melatonina y el sueño
El triptófano es un aminoácido esencial para el organismo humano que solo se puede obtener por medio de la alimentación. Este aminoácido es un elemento fundamental para suscitar la liberación de serotonina, la cual es un neurotransmisor que se encuentra directamente involucrado en la regulación del sueño y del placer, por lo que las personas con deficiencias de triptófano en su alimentación tienden a sufrir de ansiedad, estrés e insomnio.
El triptófano además se encuentra relacionado con producción de la hormona melatonina, la cual se encuentra presente en el cuerpo en distintos niveles de acuerdo a la hora del día. Alcanza sus niveles más altos durante la oscuridad ya que se encarga de regular la función sueño-vigilia. Así esta hormona interviene regulando los ciclos de sueño.
La leche y los bebés
Como se ha demostrado que la leche materna contiene un elevado contenido de triptófano en su composición, para que los niños puedan regular los ciclos del sueño de forma natural cuando son amamantados.
Una investigación realizada por un grupo de especialistas comprobó que el organismo materno tiene la capacidad de variar los niveles de triptófano de la leche en las horas del día para facilitar el estado de sueño en los niños.
Esta investigación se realizó con un grupo de 23 niños en el periodo de lactancia alimentados con leche de fórmula. En el transcurso de una semana, en distintas horas del día, se les alimentó con leche con características similares a la leche materna pero con un nivel de triptófano del 1,5 , mientras que días después, el mismo grupo de niños fue alimentado con la misma leche pero solo durante el periodo de 6:00 de la mañana a 6:00 de la tarde y con otra leche enriquecida también con triptófano pero con un 3,4 %, durante la noche entre las horas comprendidas desde las 6:00 pm hasta las 6:00 am del día siguiente.
Como resultado se obtuvo que en la semana en que los niños fueron alimentados con la leche enriquecida con un 3,4 % de triptófano, los bebés tardaron en dormir un 32% menos y mientras la noche despertaron un 13% menos de veces. Además las horas de sueño fueron mayores, y 8 de cada 10 padres de los niños aseguró que su hijo tuvo un mejor sueño.
Esto demuestra que los niveles de triptófano presentes en la leche, ayudan tanto a los lactantes como al resto de la población que consume leche, a lograr un estado de sueño más rápido, así como también a mantener más horas de sueño sin interrupciones.
¿Por qué nos encanta la leche?
Por medio de investigaciones científicas se ha comprobado que la leche de la mayoría de las especies mamíferas, entre las que se incluye a los humanos, presentan unas sustancias que reciben el nombre de casomorfinas, las cuales son las encargadas de estimular el apetito, mientras que ayuda a conseguir una mayor tranquilidad, sobre todo, en las primeras etapas de vida. Posiblemente esta es una de las sustancias por las que algunas personas jóvenes y adultas sigan teniendo la necesidad de ingerir leche.
Composición de la leche
Su componente principal es el agua, ya que se encuentra entre un 68 a 91% su composición natural, permitiendo la hidratación adecuada de las células. Además, el consumo de leche aporta niveles óptimos de proteínas con un elevado valor biológico, por lo que contiene grandes cantidades de aminoácidos esenciales.
De igual forma destacan elementos como los hidratos de carbono, sal, materia grasa, minerales (magnesio, el fósforo, el calcio y el zinc) vitaminas A, D, y del complejo B, entre las que resaltan la riboflavina y la vitamina B12 ya que se almacenan en el organismo y son necesarias para la producción de glóbulos rojos y para el crecimiento del cuerpo.