El sueño y sus secretos involucran uno de los aspectos más importantes de un estilo de vida saludable. Porque dormir se asocia a una vida llena de prosperidad y mucho más feliz. Lo que en la sociedad actual se ve cuartado por el ritmo acelerado que vivimos y el estrés. Sin que nos demos cuenta que uno de los mayores secretos de dormir bien y soñar, es la preservación y la ganancia de una salud física, mental y emocional. Además en armonía con la energía vital del planeta. De allí, que entre los secretos del sueño está el equilibrio energético del ambiente en donde lo conciliamos. Lo mejor es que esta fluya sin obstáculos y con libertad a través de nuestro hogar. Especialmente, en nuestro lugar de descanso o habitación. Porque así nos ayuda a liberarnos de influencias negativas que puedan afectar la calidad de nuestro sueño de forma gradual.
Según creencias antiguas que influyen sobre el sueño y sus secretos. Deberíamos tener orientada de manera conveniente nuestra casa. Es decir, con sus habitaciones dispuestas adecuadamente hacia los diferentes puntos cardinales. Pues, en cada espacio de nuestra casa deben manifestarse el dominio de las siguientes tendencias mayores: El amor, los hijos, la amistad, la profesión, la sabiduría, la salud y el reconocimiento. Por lo que para que un hogar sea saludable. Lo más recomendable es que evitemos vivir en zonas con corrientes subterráneas o estancadas. Asimismo, no deberíamos vivir en lugares con pendiente. Tampoco en las proximidades de cementerios, tanatorios, edificaciones en ruinas, autopistas, aeropuertos o áreas de ocio o en las cercanías de antenas de señal telefónicas o comunicación. Ya que, desde el punto de vista de la energía vital, todos estos elementos interfieren en el sueño.
El sueño y sus secretos en la energía vital
Los elementos relacionados con la energía vital definen muchos de los secretos del sueño. También del resto de nuestra vida. Pero, muchas veces, sin que le demos mayor importancia. Restándonos de nuestra propia energía vital y del ambiente que nos rodea. Por ello, nuestro dormitorio debe ser el sitio de mayor tranquilidad en casa. Debido a que uno de los secretos más celosos del sueño es poder propiciarnos un excelente descanso. Al mismo tiempo, de una completa desconexión reparadora de nuestro organismo. Prácticamente, el lugar donde dormimos debe garantizarnos la búsqueda del confort cada noche. A su vez, renovarnos y renacer revitalizados cada mañana. Para comenzar un nuevo ciclo lleno de vigor y en forma, cada día. Preparándonos para las actividades que desenvolvemos en vigilia. Por eso, uno de los aspectos más importantes para conciliar el sueño y sus secretos, son:
- Evitemos los colores inquietantes y estimulantes en las paredes de nuestra habitación. También, en la ropa o lencería que utilizamos para nuestra cama.
- Tengamos siempre un cabecero. Pero, que no sea demasiado llamativo.
- Evitemos los espejos en nuestra habitación. O bien, que apunten de forma directa hacia nuestra cama.
- No coloquemos nuestra cama debajo de ventanas. Tampoco al frente de las puertas. Ya que, se interrumpe el paso natural de energía en la habitación. Lo que agita nuestra mente e impide que podamos alcanzar el sueño y el descanso. Aunque a veces no nos demos cuenta de detalles como estos. Generalmente de manera inconsciente buscamos sentirnos más cómodos en otra parte de la casa. E incluso podemos tener tendencia a dormir en el sofá de algún salón.
- Es bueno que tengamos varios puntos de luz en nuestra habitación. Por ejemplo, en el techo, mesitas y/o lámparas de pie.
- Nuestra casa debe ser nuestro templo y el dormitorio nuestro santuario.
El secreto de controlar nuestras vidas y el sueño
Debemos garantizar el sueño reparador y el verdadero descanso a la hora de dormir. Para ello, es vital hacer una correcta elección de nuestro colchón y de nuestra almohada. De forma tal que se conviertan en nuestro refugio más preciado.
Lo que es una decisión que debemos tomar de acuerdo a las características propias de cada uno de nosotros. Para que podamos dormir sin problemas de un tirón. También es importante que regulemos la temperatura de nuestro dormitorio. Esta, no debe ser extrema, es decir, ni muy fría ni demasiado caliente. Entonces, algunas normas importantes que debemos seguir son:
- Cada quien debe tomar sus propias decisiones.
- Cuando elijamos nuestras almohadas y colchones. Primero, probemos bien todos cuanto queramos. Ya que, su comodidad está asociada con nuestros propios gustos y costumbres. Si con los anteriores nos iba bien, podemos seleccionar un producto similar. Pero, si nos ocasionaba malestar, debemos cambiarlo por otro producto diferente.
- Nuestro pijama también es uno de los secretos de nuestro sueño. Este debe adecuarse a la temporada del año. Preferiblemente, debe ser amplio, holgado y agradable. Para que nos ofrezca toda la comodidad posible. Dado que cuando de dormir se trata, el sueño y sus secretos tienen que proveernos de un descanso acogedor.
El sueño y sus secretos misteriosos
Tal y como lo dijera Montaigne el sueño es el intérprete fiel de nuestras inclinaciones; pero necesitamos el arte de poder ordenarlos y poder comprenderlos. En la antigüedad se pensaba que el sueño por circunstancias ajenas a la persona que duerme. Por ejemplo, algunos estímulos exteriores, como el cierre de una puerta. O bien, la temperatura que tiene la habitación o una indigesta cena. Sin embargo resulta que no es así. Realmente, ocurre que los estímulos tienen la capacidad de incorporarse a nuestros sueños. Pero, no son sus causantes.
De hecho, es conocido que en las personas adultas normales el sueño se inicia y termina de manera sistemática con los llamados períodos REM. Por ello, las enfermedades, los trastornos digestivos, el estrés, la ansiedad, las preocupaciones y la depresión. Así como otros elementos externos pueden interferir. Haciendo que nuestro descanso en la noche sea más tortuoso. Pero no porque nos produzcan sueños sino porque nos despiertan con una frecuencia mayor.
En la actualidad, muchos estudios científicos sobre el sueño resaltan la importancia de dormir bien y de soñar. Señalando que con unas 4 horas de buen sueño nos recuperamos orgánicamente. Al mismo tiempo que nuestras células se regeneran. Y nuestro cuerpo se revitaliza. Pero una cosa es dormir y otra bien distinta es soñar. Ambas son igualmente imprescindibles.