¿Quieres saber si tu hijo duerme lo suficiente? En este artículo veremos más sobre los ciclo de sueño, y el tiempo que tiene que dormir nuestro hijo en función de su edad.
Ser padres es una tarea a tiempo completo, incluso hasta cuando estos están dormidos. Siempre nos queda la duda de si estarán realmente durmiendo o si se despiertan por la noche y no consiguen tener un sueño reparador. Después de todo, muchos de los trastornos de sueño pueden aparecer por no tener un descanso óptimo y si notamos que no están durmiendo lo suficiente podríamos tratarlos a tiempo.
Sin embargo, tampoco el exceso de sueño es bueno y podría mostrar signos de futuros trastornos de sueño. Por eso, es normal que nos surjan la gran pregunta de cuanto debe dormir nuestro hijo. Todo depende de la edad de nuestro hijo.
El sueño infantil
Cuando un bebé nace suele pasar todo el día durmiendo esto se debe en parte a que el descanso tiene el poder de fomentar el crecimiento, aunque también tiene que ver por los ciclos de sueño infantil que son diferentes a los de los adultos.
Al nacer nuestros ciclos de sueño REM o lo que se conoce como fase activa del sueño, suelen ser más largos, mientras que los NO REM o sueño profundo, suelen ser más cortos. Esta es la razón por que los bebés puedan despertarse con facilidad. No obstante, poco a poco tienden a estabilizarse hasta aumentar el sueño profundo.
Beneficios del sueño infantil
El sueño infantil cumple la función de regular la energía y reparar el organismo, y también regula la temperatura corporal. Es por eso tan importante respetar los horarios de sueño y el descanso de nuestro bebé; y crear una rutina de sueño a su ritmo y un ambiente óptimo para su descanso.
Crecimiento
Como hemos dicho antes uno de los beneficios del sueño es que fomenta el crecimiento. Durante el sueño, concretamente en la Fase NO REM, segregamos la hormona del crecimiento, conocida como GH (Growth Hormone – Hormona del crecimiento) o como hormona somatotrópica. Se dice que esto sucede a las dos horas del descanso. Y hay investigaciones que revelan que se libera mayor cantidad entre la medianoche y las 4 de la madrugada. Aunque también puede liberarse durante la siesta.
Funciones Reguladoras
El sueño infantil también cumple funciones reguladoras que sirven para reparar el organismo del pequeño. Regula y controla la energía y la temperatura corporal. Restaura los procesos corporales dañados a lo largo del día. Al igual que regulan los niveles de estrés y renuevan las energías por el cansancio del día.
Aprendizaje y Creatividad
Al igual que en los adultos, el sueño infantil sirve para asimilar y organizar las ideas y lo aprendido a lo largo del día. Esto sucede en la fase REM, en el cual es más fácil las conexiones neuronales, lo cual les permite que puedan recordar las cosas en un futuro. Es decir mejora su memoria y aprendizaje. También ayuda a que maduren y ejerciten su independencia. Por otro lado, también se ve una mejora en la creatividad o al menos durante el descanso, se trabaja la parte del cerebro que segrega dicha hormona.
Refuerza el sistema inmunitario
Durante el sueño el sistema inmunitario se regenera, lo cual permite que los niños puedan hacer frente contra los agentes externos, como tóxinas, gérmenes y demás infecciones a los que están expuestos diariamente. Sobre todo ellos, que siempre disfrutan jugando en el parque, o zonas donde es muy fácil estar en contacto con ellos. Al igual que en el colegio, y con el contacto con otros compañeros de clase. Por eso, es tan importante mantener una buena higiene y un buen descanso para reforzar su sistema inmunitario.
¿Cuantas horas debe dormir mi hijo?
En los primeros meses de vida, el bebé necesita dormir muchas horas, de hecho se suelen pasar todo el día durmiendo, con un sueño polifásico, es decir, en fases. Conforme van pasando los meses los sueños tienden a estabilizarse, y logran dormir de un modo más seguido y menos horas. Pero veamos a partir del año, cuanto debe dormir nuestro bebé:
Desde el primer año hasta los tres años.
Cuando nacen los bebés tienen un sueño más bien polifásico, y tenderán a regularse más en los períodos nocturnos, llegando a dormir hasta 13 horas sin interrupciones. Aunque seguirá necesitando una siesta de una o dos horas. Es decir, pueden dormir hasta 16 horas al día lo que corresponde a casi la gran mayor del tiempo.
Desde el cuarto mes y hasta que cumplan los dos años se irán reduciendo sus horas de sueño hasta las 11 horas, incluyendo las siestas. Así que no te asustes, si notas que empieza a dormir menos, es normal.
De los tres a los nueve años
Cuando cumplen los 3 años, los bebés suelen dormir una siesta de tan solo horita por el día y por la noche duermen de 10 a 12 horas. A partir de los 4 años muchos incluso dejan de dormir la siesta, durmiendo tan solo unas 10 o 12 diarias.
A partir de los 9 años los niños ya dejan de dormir la siesta, y tan sólo necesitan dormir unas 10 horas de sueño durante la noche. En esta etapa es muy importante que los padres creen rutinas de sueño como leer un libro antes hasta que quede dormido. Ya que el niño al dormir solo puede quedarse hasta más tarde en la cama, o trasnochar interfiriendo en su hábito de sueño.
Desde los 10 hasta los 18 años
A partir de los 10 años, los niños ya solo necesitarán 9 horas de sueño, aunque algunos pueden necesitar dormir algo más hasta las 12 horas. Todo dependerá del sueño de tu hijo, así que no te alarmes. Poco a poco irán reduciendo esas horas de sueño hasta dormir las 8 o 9 horas necesarias hasta llegar a la etapa adulta.
No obstante, también tienes que seguir controlando los horarios de sueño de tu hijo ya que es cuando más tienden a desajustarse. Sobre todo si suelen hacer uso de tecnologías como la videoconsola o el ordenador, todo esto puede hacer que no duerma lo suficiente y que acabe desarrollando trastornos tales como el insomnio.
Conclusión
Como ya habrás comprobado, proporcionar un sueño de calidad a nuestro pequeño es algo esencial para su desarrollo. Por eso debemos hacer todo por que la obtenga, adaptándonos siempre a sus necesidades de sueño. Al fin y al cabo, cada niño es un mundo.
Si crees que tu hijo esta durmiendo menos de lo que debería lo mejor es que acudas al médico o pediatra y se lo comentes para que podáis ver si es algo normal o si por el contrario se trata de algún trastorno de sueño.