Dormir poco y mal nos afecta a todos, pero ya son varios los estudios que afirman que afecta más a las mujeres que a los hombres, al igual que somos más propensas a sufrir insomnio y otros trastornos de sueño. Pero… ¿Por que nos afecta más a las mujeres? ¿Cuáles son las razones? ¿Que podemos hacer para evitarlo? En este artículo vamos a ver todo lo referente a por que dormir poco y mal afecta más a la mujer que al hombre.
Así que si tu también estas teniendo problemas para dormir por las noches, te notas cansadas por las mañanas o simplemente quieres prevenirte de ello…¡atenta!
¿Por qué nos afecta más el sueño a las mujeres?
Que los hombres y mujeres dormimos de manera diferente es una realidad, y no nos referimos a la postura, no, sino al sueño.
Ya hemos hablado en otros artículos de las razones por las que las personas solemos tener dificultades para poder dormir. El estrés junto a una mala alimentación y no tener un buen horario de sueño puede hacer que desencadenemos diferentes trastornos de sueño. También lo puede ser la genética, incluso la falta de deporte puede hacer que no nos sintamos lo suficiente cansados por las noches.
Ahora las mujeres tenemos además otros factores que afectan a nuestro sueño.
Todo apunta a las diferentes sustancias del cuerpo como la serotonina, triptófano y la melatonina, de la que ya hemos hablado en otros artículos y que tienen una parte fundamental en el descanso. Ya no solo por que estas se encuentren en diferentes medidas en hombres y mujeres, si no que también se cree que podrían actuar de manera diferente en cada sexo.
Además, de poder estar condicionadas por otros factores solo presentes en las mujeres como el continuo cambio de hormonas, como sucede en el caso de la regla o la menopausia. Pero veamos más en profundidad sobre estos y otros factores que nos hacen ser más propensas a ello.
Va a ser cosa de las hormonas
Como seguro ya sabrás, las mujeres tenemos más cantidad de estrógenos y progesterona que los hombres, que van cambiando durante el ciclo menstrual, algo a lo que los médicos achacan la incapacidad de quedarnos dormidas y de despertarnos a media noche.
También se debe a que el estrógeno actúa como regulador del sueño, mientras que la progesterona actúa a modo de hipnótico, los cuales hacen que seamos más susceptibles que los hombres a no dormir bien. Por si fuese poco no solo cambian los niveles de hormonas con la menstruación, si no también con el embarazo y la menopausia.
El embarazo y el sueño
Durante el embarazo, las mujeres nos sentimos mucho más agotadas. Sin embargo, esto no quiere decir que consigamos dormir fácilmente ya que entre la incomodidad física y la constante necesidad de ir a orinar el sueño se hace mucho más difícil.
Además, durante el embarazo somos más propensas a padecer apnea de sueño, ya que con las hormonas y también el aumento de caso las vías tienden a obstruirse. Al igual que también es más propensa a sufrir síndrome de piernas inquietas, debido a las hormonas y a la falta de hierro.
La menopausia y el sueño
Con la menopausia llegan los sudores, y eso a la hora de dormir puede hacer que el descanso sea algo tedioso y difícil. Pero también aumenta las probabilidades de sufrir apnea obstructiva de sueño, llegando a encontrar el mismo número de mujeres que de hombres con apneas de sueño.
Somos de sueño ligero
También se ha demostrado que las mujeres tienen el sueño más ligero que los hombres, y que nos cuesta mucho más coger el sueño luego. Uno de los ruidos que más nos perturban el sueño es el ronquido de nuestras parejas, algo muy común en la gran mayoría de hombres.
Nos preocupamos más por las cosas
Si también las preocupaciones nos quitan el sueño más a nosotras que a ellos, o eso afirman algunos estudios. La presión del día a día, el bienestar de los hijos, el trabajo y el estrés por la falta de tiempo y la no realización son algunos de los motivos que nos impiden dormir por la noche.
¿Y como nos afecta la falta de sueño o el dormir mal a las mujeres?
Todo esto revela por que somos más propensas nosotras de padecer falta de sueño u otros trastornos de sueño. Pero… ¿como nos afecta?
Durante el descanso
Las mujeres con falta de sueño tienen el doble de probabilidad de sufrir insomnio. Mientras que siempre se ha creído que este trastorno era más común en hombres últimamente los estudios han demostrado lo contrario, y somos nosotras la que más lo padecemos, junto al síndrome de piernas inquietas.
A la mañana siguiente
El no poder dormir por la noche conlleva a tener la somnolencia diurna, de hecho las mujeres también somos más propensas a padecerla que los hombres. Pero no solo eso, también nos afecta a la concentración y memoria diaria; y nos sentimos más irritadas y estresadas.
En el día a día
La falta de sueño crónica puede traer consigo graves consecuencias, además del insomnio u otros trastornos de sueño. El continúo estrés puede desencadenar trastornos de ansiedad, incluso de depresión, algo en lo que también ganamos nosotras.
Pero no solo nos afecta anímicamente, sino también físicamente.
Aunque es muy común creer que dormir poco hace que adelgacemos de peso, es una falsa creencia o al menos en nosotras. Las mujeres que duermen poco tienen muchas más probabilidades de padecer obesidad y diabetes de tipo 2. Además de ser más propensas a sufrir de hipertensión y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
¿Qué podemos hacer para poner fin a la falta de sueño?
Primero empieza por ti misma. ¿Tienes falta de sueño o algo te lo impide? Si no tienes sueño o no consigues quedarte dormida empieza por observar tu alimentación, ¿tienes una dieta rica en melatonina y triptófano? ¿Tomas estimulantes como cafeína o teína? Recuerda que debes evitar tomarlos horas antes de ir a dormir, incluso no tomarlos nunca si somos propensas a padecer insomnio
Piensa si estás haciendo el suficiente deporte para que tu cuerpo se sienta cansado por las noches. Si no gastamos energía es normal que nuestro cuerpo no este cansado para quedarse dormido por la noche.
También puede ser que algo te este quitando el sueño, las preocupaciones del día a día nos invaden por la noche y no nos dejan dormir. Cada cosa tiene su momento pero puede resultar algo difícil evitarlo. Lo mejor que puedes hacer para ellos es realizar practicas de relajación como yoga o mindfulness.
Pero…¿y si no somos nosotras?
Como vimos antes, uno de los motivos que más perturban nuestro sueño son los ronquidos de nuestra pareja. ¿Que hacemos cuando el insomnio duerme en nuestra cama?
Pues entonces solo tenemos dos opciones: o dormir en habitaciones separadas, algo muy común en parejas con este tipo de problemas, o intentar poner fin a los ronquidos de nuestra pareja. Existen numerosos tratamientos para acabar con los ronquidos, lo mejor es que lo hables abiertamente con tu pareja y lo solucionéis.
Por último…El equipo de descanso
De media pasamos unos 25 años durmiendo, así que qué mejor que invertir en nuestro equipo de descanso. Además, numerosos de los trastornos de sueño se deben a la precariedad de la calidad del mobiliario de descanso.
Compra un colchón y una almohada acorde a tus necesidades y recuerda cambiarlo cada 10 años.