La llamada otitis no es más que la inflamación del oído que cursa con gran dolor y molestia. En algún momento de nuestras vidas de niño y adulto la hemos padecido. La otitis es una de las enfermedades más frecuentes en la infancia y en bebés de 0 meses a 12 meses. Puede tener un origen viral o bacteriano. A la edad de 5 años, el 90% de los niños pueden haberla sufrido en algún momento. Ocurre cuando las trompas de Eustaquio que conectan el oído con la parte posterior de la garganta se inflaman, estas trompas permiten el drenaje del oído hacia la garganta. Pero, ¿cuáles son los síntomas y el tratamiento de la otitis en los bebés?
Debido a la forma del oído en los bebés, que es más corto y aplanado u horizontal que el de los adultos, los pequeños son más propensos a sufrir otitis, y es que las trompas de Eustaquio también son más pequeñas y es más fácil que se obstruyan, debido a que el canal auditivo está más cercano a las bacterias que pueden alojarse en el. Además, los niños se resfrían más consecuencia de las defensas más bajas, y en estos casos la mucosidad se acumula y produce la obstrucción.
Dependiendo de su ubicación, la otitis se puede encontrar en el oído externo o medio, las más frecuentes del oído externo son las cogidas en la piscina o por la entrada de agua al conducto auditivo, que se observan en niños de más de cuatro años. Pero en bebés de hasta 36 meses de edad son muy frecuentes las infecciones de oído medio, producto de virus y/o bacterias, que entran al oído a través de la boca y la nariz, por medio de las secreciones presentes en los catarros o gripes.
Los síntomas más comunes que se observan en el niño con otitis
- Llanto aparentemente sin motivo con mayor frecuencia al estar acostado
- E irritabilidad al no entender por qué le duele.
- En algunas ocasiones y, dependiendo de la infección, se presenta fiebre,.la cual es uno de los síntomas de la infección.
Inflamación y enrojecimiento del área del oído externo e interno, que se puede ver con facilidad. En ocasiones, la parte posterior del oído también se observa inflamada. - Ganas de vomitar o náuseas.
- Algunos bebés se tapan con la mano el oído afectado al sentir dolor. Llegando a estirarse la oreja afectada como señalando.
- Inapetencia ya que al tragar o tomar leche el oído se mueve y provoca mayor malestar.
- Al dormir duele más debido a la posición del cuerpo que ejerce presión, lo cual provocará más llanto.
- Dolor de garganta u otros síntomas de resfriado que podrían haber causado la otitis.
- Pérdida de la audición debido a la inflamación.
En casos de otitis aguda se puede presentar una rotura del tímpano, lo que ocasionará la salida del pus al resto del oído, como cuando revienta un grano. Una vez liberada la presión y con el tratamiento adecuado el tímpano vuelve a recuperar su tamaño normal.
Es primordial resaltar que las infecciones virales muchas veces desaparecen solas luego de dos o tres días, y que el médico pediatra es la persona que puede indicar el uso de antibióticos, cuando hay infecciones bacterianas.
Si tienes un bebé de menos de seis meses de edad que ha presentado algunos de los síntomas, es importante que lo lleves al médico inmediatamente.
Tratamiento para la otitis
El médico realiza un examen denominado exploración otoscópica, la cual consiste en observar el conducto del oído con un aparato adecuado para esto. Observará burbujas de aire o líquido detrás del tímpano, y de acuerdo a esta se decide el tratamiento, el cual varía dependiendo de la edad del niño y del lugar donde se encuentre la inflamación. Algunas inflamaciones externas solo requieren el uso de antiinflamatorios y analgésicos, como :ibuprofeno o paracetamol. Pero en otras ocasiones requerirá, sobre todo cuando se observa fiebre, el uso de antibióticos como amoxicilina o amoxicilina con acido clavulanico.
Es importante observar cómo evoluciona la infección con el tratamiento para ajustarlo a la evolución del bebé y que la sintomatología mejore en uno o dos días. El tratamiento se debe mantener durante 8 a 14 días o durante el tiempo que indique el pediatra. Si se interrumpe el tratamiento, la curación no será total y puede haber recaídas.
Prevención de la otitis en bebés
- Aún cuando la otitis no es contagiosa por sí misma, el cuadro de gripe sí lo es. Por tal motivo, evitemos llevar al niño a la guardería, mientras siga el tratamiento.
- Evitar visitar piscinas mientras esté en tratamiento .Los niños más grandes debe usar tapones para los oídos.
- Realiza lavados frecuentes nasales con solución salina o suero fisiológico (de venta en farmacias) cuando el niño esté resfriado, para evitar que la mucosidad obstruya no solo las vías respiratorias, sino también los oídos.
- Extraer la mucosidad vía nasal con el succionador especial para bebés.
- Al realizar la limpieza del oído del niño es importante hacerlo con delicadeza, ya que a veces el cerumen es empujado al fondo del oído con el bastoncillo de algodón ocasionando obstrucción. Limpiar el pabellón de adentro hacia afuera.
- En la medida de lo posible y en niños de menos de seis meses, evitar limpiar los oídos con bastoncitos.
- La lactancia materna es indispensable los primeros seis mese de vida, ya que genera anticuerpos y evita el desarrollo de infecciones.
- Los niños con síndrome de down, paladar hendido, implante coclear, enfermedades inmunológicas son especialmente vulnerables.
- En cuanto el niño pueda, enseñarle a expulsar los mocos en vez de succionarlos.
- Evitar introducir en los oídos del niño objetos.
- Mantener al día las vacunas del niño para protegerlo de las enfermedades.
- En los procesos de dentición el exceso de saliva, el colocar objetos en la vocación para aliviar el dolor, también puede provocar infecciones que generen en otitis.
Parte de nuestro proceso de ser padres es estar atentos a cualquier cambio y/ evolución en nuestros niños ante cualquier sintomatología acudir al médico de confianza, evitar la automedicación. Calmar el dolor, el cual es el principal motivo del llanto del niño en estos casos y tratar problemas habituales como la otitis en bebés.