Los niños pueden verse un poco perjudicados durante algunas épocas del año. Por ejemplo, en invierno suelen estar más propensos a los refriados por las altas temperaturas. En primavera las alergias salen a relucir por la gran cantidad de flores y plantas. Por ello siempre es bueno aprender cómo cuidar la piel de los bebés en verano, un periodo en el que esta se ve mayormente afectada.
El verano trae consigo mucho sol y calor. Por estos cambios climáticos la piel de las personas suele sufrir mucho. Los bebés al tener este órgano más delicado, son altamente propensos a que esto ocurra. Por ello hay que tomar ciertas precauciones para evitar que sufran algún malestar.
Para los bebé menores de 6 meses
Lo primero que se debe saber, para cuidar la piel de los bebés menores de 6 meses en verano, es el no exponerlos. Lo niños a esta edad esta parte muy sensible, por ello lo mejor es que no se enfrente al sol. Esa es la mejor forma de protegerla de la intensidad que hay en estas épocas. Igualmente se los debe mantener lo más frescos posible, en caso de que no haya más opción que sacarlos.
Aprender a disfrutar del sol
El comienzo del verano no implica necesariamente que haya que encerrarse con el bebé dentro de la casa. Hay que aprender a disfrutar de las bondades de esta temporada, todo de la forma más sana posible. Por ello no hay que huir o tener un miedo irracional, solo hay que ser precavido.
La primera recomendación para el cuidado de la piel de los bebés en verano es no someterlo al sol. Esto principalmente a las horas donde el mismo está en su mayor intensidad, siendo dañino hasta para los adultos. Existen momentos del día donde se pueden aprovechar sus rayos para absorber vitaminas. También es cierto que hay instantes en donde es casi imposible salir, detalle que se debe tener presente.
El verano es una época para disfrutar y desde muy pequeño el bebé puede aprenderlo. Su piel no tiene que ser obstáculo para entretenerse con el sol. Simplemente hay que seguir tomando precauciones entorno a su cuidado. De este modo no habrá ningún problema con la misma y se podrá incluso recrearse con cada día.
El protector solar es fundamental
El protector solar debe convertirse en el mayor cuidador de la piel del bebé durante el verano. Es indispensable llevarlo en todo momento durante esta época o tener varios para no ser olvidados. Existen padres que no le dan la importancia que se merecen a este tipo de cremas. Lo cierto es que son necesarias para mantener al niño protegido en todo momento sin excepción.
Para los bebés es preciso colocarles un protector con factor de 40 o 50FPS, sobre todo para las pieles claras. Lo ideal es que este número no baje de los 20FPS, este es el límite en el caso de los niños que la tienen más oscura. Esto es debido a que la misma es muy delicada y puede mancharse o quemarse con facilidad. Puede que en el momento no se note, pero más adelante las marcas salen a la luz.
Otra parte importante, que muchas veces es ignorada, es el momento indicado para colocar el protector. El mismo debe ponerse sobre la piel una media hora antes de que se salga a la exposición. De este modo la misma puede absorberla y comenzar a funcionar, siendo importante el crear una capa gruesa. Igualmente hay que recordar que cada dos horas se debe repetir el procedimiento, en caso de que se continúe bajo el sol.
No hay que confiarse
Puede que se vaya a estar bajo la sombra o incluso que este nublado y que por ello no haya ningún temor. Estos son los momentos donde igualmente hay que proteger al niño de cualquier problema. Esto porque los rayos ultravioletas igualmente pueden afectar la piel, de alcanzarla. Así que ante esta situación se debe usar también protector solar y prendas para cuidarlo.
Igualmente es importante el que el bebé esté fresco pero también protegido. Por lo que no hay que confiarse de ciertas prendas que pueden hacerle daño. Es un detalle muy importante de parte de sus padres el prevenir esta situación. De este modo el niño puede disfrutar sin temor de tener manchas o problemas en la piel en el futuro.
Hidratarlo es lo principal
El tema de la hidratación, junto con el protector solar, es uno de los temas principales. Hay que procurar que el niño tenga el suficiente líquido para que su piel no sufra ninguna consecuencia. Existen cremas especiales para los bebés que ayudan a que este no sea un problema en verano. Las mismas deben aplicarse antes y después de la exposición al sol.
Existen incluso lociones hipoalergénicas para las pieles más delicadas o de niños recién nacidos. Los aceites de bebé también pueden aumentar el efecto hidratante en la misma. Estos productos hacen del momento del baño uno de los más importantes para refrescar al organismo. Igualmente el cuidado debe prolongarse para después de este momento.
La hidratación en su interior es equivalente a la del exterior. Por esta razón es importante mantener al niño ingiriendo el suficiente líquido. El agua potable, las frutas y los zumos pueden ayudar con esto. Este acto que parece simple se verá reflejado con mucha facilidad en la piel del bebé y en su cuidado general.
Cuidar su piel durante el verano evitará los malestares terribles ocasionados por el sol. Es cierto que el mismo es beneficioso, pero al no ser prevenido se genera consecuencias negativas. Las mismas puede que no aparezcan al instante, pero podrán observarse más adelante. Por esta razón lo mejor es iniciar con su cuidado en las primeras etapas.
Cuidar la piel de los bebés en verano es una iniciativa que se agradecerá en el futuro. Mantenerla radiante y llena de vida, sin ninguna marca pertinente, realmente marca la diferencia. Por ello lo mejor es tener estos consejos presentes a lo largo de la vida del niño. Incluso pueden ser usados en la etapa adulta para preservar el buen mantenimiento de la misma por más tiempo.