A la hora de dormir hay muchos factores que repercuten en nuestro descanso. Para que este sea efectivo, debemos tomar en cuenta estos factores, para intentar adaptar todos ellos a favorecer nuestro bienestar mientras estamos en la cama. Usar un buen colchón, sábanas y ropa de cama limpia y agradable, cuidar la temperatura de la habitación, que haya buen aroma y que las condiciones de luz sean las adecuadas, además de evitar el ruido. Pero hay otro factor en el cual no siempre solemos reparar y este es Cómo colocar la cama para dormir mejor. Sí, este detalle también influye para bien o para mal en tu descanso. ¿Quieres saber más? SIgue leyendo.
Orienta tu cama hacia el norte
Quizás eso de orientar tu cama te parezca algo inusual. Pero más allá de filosofías, esto tiene su razón de ser y es avalado por la ciencia. Si te fijas, observa que los animales duermen orientados hacia el norte. No es algo puntual, ni tampoco arbitrario. No sabemos cómo duerme tu mascota y, posiblemente, nos estés leyendo y desmintiendo esto que te estamos contando, porque tu mascota no lo hace. Quizás por el confort de saberse protegido y resguardado contigo, tu animal duerme más a pierna suelta y sin prestar atención a estas cosas, pero los animales salvajes sí lo hacen.
Los animales son mucho más inteligente de lo que nosotros pensamos y, además, la naturaleza y el instinto tienen mucho que ver en nuestras conductas, aunque no seamos consciente de ello. La razón de que los animales salvajes duerman orientados al norte tiene que ver con la orientación magnética de nuestro planeta y también con la polarización de nuestras células.
Por eso, los científicos nos aconsejan dormir con la cabeza orientada hacia el norte. Y es que nuestras células también están compuestas por electrones, y estos electrones tienen doble carga, positiva y negativa. De tal manera, interaccionamos con la carga magnética de la tierra que atraviesa de polo a polo, norte y sur. Al dormir orientados hacia el norte, el paso de esa carga magnética del planeta no nos afecta.
El resultado de orientar correctamente la cama es que dormimos mejor y nuestras células tienen un mejor proceso de regeneración, lo que se nota en nuestra salud y en nuestra vitalidad.
Pero, ¿cómo hago para dormir con la cabeza orientada al norte? Dicho así resulta fácil pero no entendible, ¿verdad? Te lo explicamos, porque sabemos que, sobre todo a los que no somos muy de ciencias, esto puede sonarnos extraño. Procura buscar una brújula para saber dónde se encuentra el norte y dónde se encuentra el sur, dentro de tu habitación. Luego tendrás que mover tu cama, haciendo que la zona del cabezal esté orientado hacia el norte. La idea es que la coronilla mire hacia el norte cuando estemos acostados. En tal caso, serán los pies los que estén mirando hacia el sur.
Comodidad ante todo
Ya te hemos explicado lo importante que es orientar bien nuestra cama y que nuestra cabeza mire hacia el norte cuando estamos dormidos, e incluso te hemos enseñado cómo colocar tu cama para cumplir esta regla y que se de en tu dormitorio este factor para el buen descanso. Ahora bien, si todo cuanto te hemos dicho resulta que te hace dormir de manera incómoda, mejor lo olvidamos.
A la hora de acostarse es fundamental que nos sintamos a gusto. Solamente así podremos descansar de manera eficiente. Esto quiere decir que, si puedes tener la cama orientada al norte, o realizar las reformas pertinentes para que tu cabeza mire al norte mientras duermes, pues mejor. Esto es lo deseable. Pero si tu dormitorio no admite esta reforma y el cambio te produce malestar, entonces, no lo hagas.
En la actualidad las viviendas suelen ser bastante pequeñas y no siempre podemos ubicar los muebles como nosotros quisiéramos. Hay dormitorios donde si colocas la cama de determinada manera, ya no puedes abrir la puerta del armario, por ejemplo, porque cada centímetro o milímetro se nota y te impide moverte con soltura.
O quizás para mover tu cama, te quites la posibilidad de tener la ventana donde te llega la luz o el aire, y tampoco te guste. Si es tu caso, no le des más vueltas. Estudia los cambios en tu habitación, analiza los pros y los contras y decide en función de tu comodidad.
Recomendaciones para un descanso saludable
Aunque la orientación de la cama no siempre podremos adaptarla, sin embargo sí que hay otros detalles a los cuales debemos prestar mucha atención. Una de estas recomendaciones está referida a la electricidad, porque tener aparatos eléctricos enchufados, perjudica nuestra salud. Existe lo que se llama contaminación eléctrica, que es muy dañina, sobre todo para nuestro descanso. Así que, todo aquello que no necesites tener enchufado, dentro de tu habitación y, sobre todo, cerca de tu cama, desenchúfalo.
Por otro lado, y aunque haya personas a las cuales les aterroriza la oscuridad, tienes que saber que la oscuridad es necesaria para el sueño. Si hay luz, el cuerpo no segrega melatonina que es la hormona del descanso. La melatonina regula nuestras necesidades de sueño y su carencia puede ser la causa de que suframos insomnio.
Además, otro tema de atención a la hora de ir a dormir es el ruido. Aunque lo ideal es que nos acostumbremos a que el ruido no nos moleste, sobre todo si tenemos vecinos o vivimos en una zona ruidosa, sin embargo el ruido no es saludable para dormir. De hecho, deberíamos aislarnos de cualquier estímulo externo mientras dormimos. Ya sea la luz, el ruido, etc.