Los mayores temores de los padres se resumen muchas veces en las enfermedades de sus hijos. Algunas de ellas más comunes que otras, por lo que a veces es difícil reconocerlas o saber qué hacer. Incluso puede suceder que se confundan unas con otras, haciendo que se cometan errores al momento de tratarlas. Tal es caso de la bronquiolitis en bebés y bronquitis en niños, cuyos nombres son parecidos pero no son iguales del todo.
Hay enfermedades que varían según el periodo de crecimiento por el que está pasando el niño. Muchas veces puede parecer que se trata de un simple virus gripal y realmente es algo más graves. Los niños en sus primeras etapas son muy delicados, por lo que no hay que hacer nada sin medida alguna.
En el caso de bronquiolitis en bebés o bronquitis en niños hay que tener más precauciones. Las mismas se consideran prácticamente lo mismo, se diferencia más que todo por la edad en la que ocurren y otros detalles que solo distinguen los expertos. A pesar de esto siempre es bueno conocer cada sus particularidades, y de esta forma poder estar preparados para cualquier emergencia. Sobre todo hay que saber cuáles son esas señales de alerta que no deben ser pasadas por alto.
Bronquiolitis en bebés
Particularmente la Bronquiolitis se dice que es de los bebés porque ocurre solamente en lactantes menores de dos años. Es una infección causada por un virus y se ubica en los bronquiolos, situados al final del árbol bronquial. Es una enfermedad que desarrolla de tres a siete días después del contagio. Por esta razón es difícil saber durante este periodo si el microorganismo está en el interior de tu bebé.
Precisamente como el virus se desarrolla pasados algunos días es que los síntomas tardan en aparecer. Así mismo, cuando comienzan se pueden confundir con una gripe común, aunque por tratarse de un bebé tan pequeño ya hay que prestar atención.
Lo primero será la congestión nasal y el malestar general que harán que él cambie de ánimo notoriamente. El problema se profundiza cuando llega la tos, la cual es una defensa natural del organismo para expulsar el virus. Luego puede notarse un pequeño silbido al respirar, que se irá haciendo mayor sino se comienza con el tratamiento. Incluso por la misma congestión puede que se a tu hijo se le haga más difícil ventilarse conforme pase el tiempo.
La fiebre también forma parte de la bronquiolitis en bebés. Por ello hay que estar pendiente de que la temperatura no suba demasiado. A esta también le puede acompañar infecciones de oído por lo que todo en conjunto necesita una revisión completa.
Bronquitis en niños
La bronquitis es una enfermedad que afecta sobre todo a los niños más grandes y a los adultos. Otra de las diferencias en comparación con la bronquiolitis es que también puede producirse debido a una alergia. Por otra parte del objetivo del virus también son los bronquios, al punto de conseguir una obstrucción en ello. Por cada punto es importante que se debe tener presente al momento de hacer el diagnóstico.
El principal riesgo de la bronquitis es que no solo se concentra en los bronquios, sino que afecta a las vías respiratorias en general. Así mismo, los síntomas son muy parecidos a los de la bronquiolitis, perdurando la fiebre, malestar general y congestión nasal. Este último es una de los mayores signos de alerta, ya que cuando alcanza un punto crítico se vuelve riesgoso para la vida de quien la padece.
La respiración de los pequeños cuando se enfrentan a esta enfermedad es rápida muy superficial. También aparece el temido silbido y la falta de apetito es muy usual en etapas tempranas. Por lo que a nivel emocional y físico estará bastante desgastado hasta que pase la enfermedad.
¿Cuándo llamar al pediatra?
La Bronquiolitis y bronquitis son malestares que puede aparecer en niños de hasta un mes por ello no hay que esperar mucho tiempo. Puede que en principio parezcan una simple gripe, pero ante cualquier señal lo primero es hacer el llamado al médico. Esto se agudiza cuando el bebé es menor a 6 meses, ya que como estas hay muchas enfermedades que se deben tratar a tiempo.
En cualquier caso la situación se hace más grave cuando aparecen vómitos, una profunda pereza o letargo y no consume suficiente alimentos o bebidas. Igualmente cuando el silbido del pecho se hace audible sin mucho esfuerzo o la respiración se agita muy fácilmente. Todos son signos de que necesita ver a su especialista de confianza lo más pronto posible.
En caso de que el pequeño se ponga azul, especialmente a nivel de los labios o las uñas, lo correcto es llevarlo de emergencias. En estos casos no se puede esperar ya que se trata de un signo de falta de respiración y quiere decir que está en riesgo la vida del pequeño. Lo primordial es no esperar hasta este punto para tomar las medidas correctas.
Es importante entender sobre la Bronquiolitis y Bronquitis
Lo principal que deben entender los padres es que se trata de enfermedades que ponen en riesgo la vida de los niños. Puede que parezcan muy simples, pero una consulta marca la diferencia en la forma en que se desarrollan este malestar. Los tratamientos son realmente sencillos, si se determinan a tiempo, por lo que un correcto diagnóstico marcará la diferencia.
Tanto para la Bronquiolitis en bebés y bronquitis en niños no se puede tomar la medicación a la ligera o hacerlo de propia cuenta sin conocer al respecto. En las primeras etapas de la vida este un acto irresponsable y peligroso, por lo que siempre hay que estar acompañada del experto. Hay diferentes fármacos que pueden ayudarte a salir rápido de esta situación, lo importante es conocerlos con exactitud y en las dosis precisas. Cuida la vida de tus hijos y protégelo de las enfermedades de la forma correcta, siempre confiando en quienes se han preparado para ello.