Hay muchas personas que elección entre almohadas altas o bajas no les parece un problema. Para otras de esta decisión depende por completo su descanso con el pasar de los días. Lo cierto es que no hay que irse a ninguno de los extremos, simplemente se trata de conocer las opciones. De esta forma se puede adquirir la más beneficiosa para cada individuo y sacarle el mayor provecho diariamente.
Elegir una almohada no debe ser una tarea estresante en ningún caso, pero si hay que darle importancia. Hay que conseguir esas características en específicos que garantizarán el descanso y la buena salud de quien las adquiere. Para ello cada individuo tendrá su propio criterio de aquello que lo acomode mejor. Siendo siempre el debate más profundo si elegirla altas o bajas.
Es significativo tener presente que el tiempo habitual de una almohada es de dos a tres años. Debido a que la misma pasara mucho tiempo contigo es que se hace tan importante la buena selección. De hecho anteriormente no se le daban la importancia necesaria, por lo que si era baja o alta se consideraba lo mismo. Todo esto ha cambiado en gran medida en la actualidad y hay mayor preocupación por los fabricantes.
Conseguir una almohada que se adapte a la persona trae muchas resultados positivos. No se trata simplemente disfrutar el sueño, hay que sumarle el poder descansar por completo. La mente y el cuerpo entran en un verdadero estado de relajación, tan solo con cambiar la almohada. Por lo que sí es alta o baja debería ser una cuestión primordial desde el momento de su compra.
Diferencia entre almohadas altas y bajas
Hay que aprender a diferenciar entre una almohada alta y otras bajas. Por muchos años las segundas se han doblado para conseguir la comodidad de la primera. Esta es la solución más rápida, pero en definitiva no debería ser así. El problema es que muy pocos entienden que esta no debe ser la solución definitiva.
Por otra parte hay quienes adquieren almohadas altas y les quitan parte de su relleno para transformarlas. Nuevamente se trata de un acto que a pesar de ser común no es del todo correcto. La idea es conseguir entonces una almohada que se adapte verdaderamente y no que haya que modificarlo. De este modo la persona simplemente se concentra en dormir placenteramente y no de cambiar la posición de forma constante.
Las almohadas particularmente tienen una altura de 15 centímetros. La misma se consigue con el relleno y los materiales ideales para lograr ese grosor en específico. Por otro lado se diferencian de las bajas porque las mismas no sobrepasan los 10 centímetros. En ambos casos se debe procurar que las mismas sean de calidad, teniendo presente desde los materiales hasta su duración.
La posición al dormir
La posición al dormir es lo que en definitiva marcará el punto inicial de la almohada que necesitas. No es igual aquella que necesita alguien que duerma de lado, a otra persona que lo haga boca abajo o arriba. Por ello hay que ser conscientes del tiempo que se pasa en una misma posición durante la noche. De este modo se puede comenzar a realizar la selección correcta.
Las almohadas altas por su parte están diseñadas para personas que se acomoden mejor de lado. Esto para que la cabeza quede en la altura adecuada, en comparación con los hombros. Es fundamental que la misma también aporte firmeza, ya que de este modo la columna no sufre. Incluso quienes descansan sobre su espalda también pueden ver esta como una opción pertinente.
Para las personas cuya posición favorita es boca abajo se le recomiendo mejor el uso de almohadas bajas. De hecho este aspecto es muy polémico ya que muchos expertos no recomiendan esta perspectiva en particular. A pesar de ellos una que tenga pocos centímetros y que sea suave ayudará más al descanso.
Incluso hay una altura media que se recomienda para quienes duermen boca arriba. A esto se le suma una dureza media y un largo superior al de los hombres de quien duerme. Todo esto confirma que en definitiva existe un tipo de almohada en específico para cada individuo en concreto.
Una buena elección desde el principio
La selección de una almohada debe hacerse con la misma en las manos y probándola. Actualmente existen muchas opciones para adquirirlas, pero lo mejor en definitiva es la presencial. De este modo se la puede sentir y determinar se tiene lo que se necesita.
Hay que recordar que al usar una nueva almohada puede que no se tenga el mejor de los comienzos. Por más de que la misma sea la mejor elección al principio será difícil la adaptación. No por ello quiere decir que haya que regresar a la que se usaba anteriormente. Lo primordial es dejar que el cuerpo se acostumbre al conseguir el descanso ideal y adaptarse a esta transformación tan positiva.
La importancia de la almohada correcta
Es fundamental entender lo ligada que esta el uso de la almohada con las cervicales y el resto del organismo. Debido a que se trata entonces una de las partes más importantes es que se debe procurar su descanso. Por lo que antes de elegir su clase hay que conocerse propiamente, incluyendo que es lo mejor.
Una buena almohada es tan significativa que de ella depende mucho el buen descanso, tanto de la mente como del cuerpo. La idea de hacer una buena elección en este sentido, sea alta o baja, es no tener preocupaciones al dormir. Para ello hay que tener un lugar prácticamente perfecto para recostar la cabeza y que cada área pueda relajarse. El equilibrio comienza desde la parte alta del organismo y se expande hasta el resto del mismo.
El debate entre almohadas altas o bajas no depende que tan buena sea una u otra. El resultado del mismo proviene de cual le aproveche mejor a quien la vaya a usar. Siempre hay que tener la importancia del buen descanso presente, por lo que un buen equipo entre esta y el colchón debe ser primordial. Por ello hay que tomarse el tiempo para elegir la correcta, teniendo presente la altura que mas se adapte a ti.