El crecimiento de un bebé está lleno de pequeños detalles, todos de igual relevancia. Cada logro es un paso más que indica que su desarrollo va en óptimas condiciones. Uno de ellos es el hecho que consigan darse la vuelta por si solos, en el espacio oportuno. Incluso este precisamente se considera uno de los primeros puntos esenciales que hay que visualizar. Pero para que estés preparada, ¿A qué meses se dará la vuelta tu bebé?
Cada bebé tarda más o menos tiempo en darse la vuelta, pero hay que saber diferenciarlos. Lo importante es conocer cuando es normal o parte de su desarrollo. De igual manera es crucial conocer que hay señales de alarma que también pueden preocupar a los padres. La idea no es generar miedos antes de tiempo, simplemente saber que esperar en el momento preciso.
¿Qué se consigue antes de que dé la vuelta?
Precisamente como todos los movimientos en los bebés forman parte de su desarrollo, hay algunos que van antes. Darse la vuelta no es su primer logro, es uno más de los que lleva el crecimiento. Antes de ello hay algunos puntos que deben ser superados, para luego conseguir este. Por ello hay que prestar atención a cada meta que va logrando, por más pequeño que parezcan.
El control de la cabeza es una de las principales señales de que puede girarse. Se trata de uno de los logros más esperado igualmente ya que implica gran madurez. Además de que para ellos representa el poder mirar al mundo de forma más fácil y completa. Entre más tiempo lo consigan, más probabilidades hay de que se den la vuelta en cuál momento.
La fuerza en los brazos también se desarrolla notoriamente, por lo que es una señal de un desarrollo óptimo. Un niño que es capaz de levantar su cabeza y hombros, dará la vuelta en cualquier instante. Todo esto ocurre estando boca abajo, por lo que hay que dejarlo experimentar en esta posición con supervisión. Con este movimiento viene el arqueamiento de su espalda, todos estos movimientos ocurren de forma prolongada.
Se trata de fases de su desarrollo que parecen simple, pero que para él representa mucho. Por ello hay que saber cómo motivarlos para que, por su cuenta, consigan un poco más. Lo importante no ejercer presión sobre ellos, pero tampoco dejarlos sin la suficiente estimulación. Todos se sentirán alegres cuando pasen los meses y vaya creciendo al alcanzar pequeños logros.
Los meses para darse la vuelta son diferentes
La probabilidad de que un bebé se de la vuelta aumenta pasado el primer trimestre. Por ello se dice que los meses para que esto ocurra son del tercero al sexto. De hecho lo más probable es en el cuatro o cinco, pero no hay que preocuparse si se está por llegar a los seis sin lograrlo. Se tiene un periodo de tiempo suficiente y bastante largo, aunque parezca lo contrario.
De forma espontánea podrás observar como alrededor de estos meses el bebé cambia en gran medida. De estar quieto y sin casi movimientos, pasa a hacer mucha fuerza. De igual manera busca diferentes posiciones para acomodar su cabeza, cuello y hombros. Por ello cualquier día y sin previo aviso pasara a darse la vuelta, lo que generara una gran sorpresa.
La mejor parte es que a medida de que se dan cuenta de lo divertido que es darse la vuelta lo hará más seguido. Este movimientos se trasforma en un juego, que regularmente comienza cuando están boca abajo. Y cada vez lo harán más seguido simplemente buscando la diversión. Pasado esto buscaran darse la vuelta estando boca arriba, para luego girar por completo en cualquier posición.
A pesar de que lo normal es que los bebés se den la vuelta inicialmente estando boca abajo, también puede ocurrir lo contrario. Hay niños que particularmente están boca arriba y consiguen girarse sorprendiendo a todos. Esto también es perfectamente normal, por lo que no hay nada de qué preocuparse. Puede que no sea lo más común, pero igualmente es un logro que debe ser admirado.
Hay que ser precavido
Después de pasados los primeros tres meses los papás deben ser sumamente precavidos. A pesar de que hay señales que precisan que el momento está por ocurrir, no hay que confiarse del todo. Esto quiere decir que el niño puede llegar a girarse estando en su cama o en el cambiador. Por ello para evitar accidentes, cuando se está en lugares sin protección, tienen que estar bajo supervisión en todo momento.
La idea es que sea una sorpresa gratificante el hecho de que dé la vuelta tu bebé. El detalle es que esto puede ocurrir incluso cuando están dormidos, ocasionado posibles accidentes. Después de los tres meses no hay que dejarlos solos o sin cuidados pertinentes, ni siquiera unos instantes. Todo puede pasar y el desarrollo de los pequeños es más rápido de lo que puede apreciarse muchas veces.
Estimulación para lograr que se dé a vuelta
Cuando el niño es capaz de levantar su cabeza se puede comenzar a estimularlo para que dé la vuelta Para ello se le pueden colocar diferentes juguetes que llamen su atención. De este modo se puede conseguir que el pequeño busque mayor movilidad y avanzar de alguna manera. No es algo que en lo que haya que obligarlo, ni tampoco pasar mucho tiempo. La idea es hacerlo durante algunos minutos y que el mismo busque la forma de avanzar.
Señales de consulta
La mayor señal de que hay que consultar con el pediatra porque el niño no se gira es llegar a los 6 meses. Si se llega a este tiempo y el pequeño no hace ningún no de los movimientos mencionados anteriormente pues hay que buscar ayuda. El mismo te indicará los pasos a seguir para llegar a su meta o si hay algún problema. Por ello precisamente se dice que no hay que preocuparse en gran medida, pero si ser precavido.
Los papás pueden estar tranquilos ya que los niños tienen su tiempo ideal en los que se darán la vuelta. Día a día los bebés logran metas pequeñas y grandes, todas ellas hay que celebrarlas. Esto porque se trata de pasos importantes para su correcto desarrollo y que hacen feliz a todos en casa. Aunque hay que preparar la casa para el bebé, para que sea un entorno seguro.
También es fundamental vigilar que, en cada fase, según los meses de vida, el bebé se desarrolla correctamente y no muestra indicios de que tenga alguna enfermedad o de que algo no marcha bien.