El deporte es algo que siempre está presente en lo que se considera “vida sana” y recomendable para cada ser humano. Ahora bien, dentro de estas recomendaciones, entra un aspecto importante que también debemos cuidar dentro de nuestra salud que es nuestro descanso. Pero claro, ¿a qué hora debes hacer deporte para dormir mejor?
Posiblemente es una de las preguntas que más sea buscada en cuanto a la relación y consecuencia que tiene en nuestro cuerpo el unir el deporte y el descanso. Es casi tan importante conocer a qué hora debemos hacer deporte para dormir mejor como qué tipo de deporte es el más indicado para que nuestro descanso sea óptimo.
A lo largo de este artículo, te explicaremos las ventajas, desventajas y por qué se sabe que existe una determinada hora en la que realizar deporte nos ayuda a dormir mejor. Así como qué deporte puede ser un plus si cumplimos con los horarios para aumentar la profundidad de nuestro descanso.
¿Realmente el deporte nos ayudará a dormir mejor?
Es lógico que al principio dudemos de que algo que podemos realizar a cualquier hora del día, nos pueda ayudar a dormir mejor o, por decirlo de otra forma, que el deporte nos beneficie en nuestro descanso. Pero existen numerosos estudios que refuerzan esta teoría y que, obviamente, nos informan de qué zonas horarias son las mejores para fomentar nuestro descanso si utilizamos el deporte como una herramienta para ello.
Por norma general, hacer ejercicios que no aumenten en exceso nuestro ritmo cardíaco entre 3 y 4 horas antes de irnos a dormir, puede ser nuestra mejor elección. Es importante que la sesión de ejercicio que realicemos no sea mayor a los 35 minutos si queremos que el deporte nos ayude a dormir mejor. Y, de manera obvia, que esto se convierta en una rutina lo más fiel posible, para que nuestro cerebro y cuerpo se acostumbren lo antes posible.
¿Qué ventajas aporta tener en cuenta la hora del deporte para dormir mejor?
Observaremos las ventajas de, adaptar nuestro hábito deportivo a la hora más útil para dormir mejor, de una manera más veloz de lo que pensamos. Muchas veces queremos notas las ventajas de aquello que hacemos y añadimos a nuestro día a día de manera rápida. En este caso, lo notaremos de una manera pronta, pero no tan rápido como nos gustaría.
Tenemos que tener en cuenta que no todas las personas son iguales ni tampoco realizan los mismos deportes dentro de sus hábitos deportivos diarios. A lo que tenemos que sumar que no tienen los mismos entornos laborales, horarios ni entornos familiares, por lo que las ventajas y desventajas se harán más notables de distintas formas y a distintos ritmos.
En este caso, vamos a centrarnos en los aspectos más positivos de conocer a qué hora debemos hacer deporte para dormir mejor. Consiguiendo que este se convierta en un hábito saludable que podamos inculcar y proyectar a las generaciones que tengamos a nuestro alrededor.
Las principales ventajas son:
- No solamente conseguiremos quemar grasa, sino que también nos desharemos de todo ese estrés diario que nos persigue y tendemos a acumular.
- Nuestro descanso será más profundo, lo que implicará que la recuperación de nuestros músculos después del deporte también lo será.
- La concentración con la que nos levantaremos al día siguiente será mayor y lo notaremos en las primeras actividades del día.
- Podremos ir trabajando de manera más productiva nuestra forma de afrontar el día a día, lo que puede transformarse en una generación de ansiedad y estrés cada vez menor en nuestro cuerpo.
- Seremos más responsables con el tiempo que decidimos dedicamos a nosotras y nosotros mismos; y emplearemos siempre, el mismo tiempo diario, a nuestro autocuidado.
¿Qué deporte debo hacer para poder dormir mejor?
Ahora llega el momento concluyente: sabemos que es tan importante el momento del día y la hora que elegimos para realizar deporte, como el deporte que llevamos a cabo. Como hemos ido hablando a lo largo del artículo, saber qué hora es la mejor para hacer deporte y mejorar nuestro descanso es algo fundamental pero, ¿qué deporte hacer?
Es fundamental que sea un deporte que no suponga una subida excesiva de nuestro ritmo cardíaco, ni tampoco que sea una actividad demasiado lenta, ya que no cumpliremos ningún objetivo de quema de grasa o generación de músculo, por ejemplo. Es por esto que tenemos que identificar el momento en el que nos encontramos.
Primero, tenemos que saber si somos ya deportistas con un hábito deportivo establecido y nuestro cuerpo está acostumbrado a realizar deporte de manera diaria. O si, por otro lado, somos “principiantes” y queremos comenzar un hábito deportivo diario ahora, adaptando lo que hemos aprendido sobre la influencia del deporte sobre dormir mejor.
En el primer caso, podemos realizar rutinas de entre 35 y 40 minutos, en los que entren diferentes ejercicios de fuerza y cardio, por ejemplo. Realizando diversos ejercicios con repeticiones hasta agotar el tiempo estipulado para ello.
Si nos encontramos en el segundo caso, obviamente, realizar circuitos de cardio o fuerza desde el principio lo que va a conseguir es que, pasadas las horas, nuestro ritmo cardíaco no baje. Así que de esta manera no vamos a conseguir que el deporte nos ayude a dormir mejor de ninguna manera, por lo que tendremos que buscar deportes de una intensidad más baja e ir aumentando.
En estos casos se recomienda comenzar por deportes como caminar, realizar natación (todas las modalidades que queramos), yoga y/o pilates, salir a correr a un ritmo bajo o por intervalos (entrenamiento conocido como HIIT), etc.
Cuando vayamos teniendo un hábito deportivo diario más consolidado, podremos ir viendo como estos deportes de “baja intensidad” han influido en la calidad de nuestro descanso. Y ya podremos ir cambiando de deporte y creando una nueva rutina o, sin embargo, aumentando la intensidad en aquel deporte con el que mejor nos sentamos en todos los aspectos.