Roncar no es agradable ni para el que ronca, ni para el que escucha los ronquidos. Y sobre todo, para este último, pero no solo para él. Hay parejas que han terminado en divorcio por culpa de uno de los dos roncaba por la noche y no dejaba al otro dormir. Esto que puede parecer una exageración, esconde problemas mayores que una ruptura de pareja, porque roncar no es precisamente sano y, de hecho, puede indicar problemas de salud importantes. En este post, vamos a ofrecerte 5 maneras de evitar los ronquidos, porque sabemos que roncar también puede mermar tu autoestima si tienes que compartir techo con alguien y no digamos si se trata de compartir cama o dormitorio.
Cenar ligero y comer sano
La dieta sana es fundamental para tener buena salud pero también lo es para dormir adecuadamente. Más allá de tomar buenos alimentos, para la cena se recomienda algo ligerito. Muchas personas lo hacen al revés, porque por las noches, sobre todo quienes trabajan, hay más tiempo para preparar y disfrutar de la cena de manera relajada, o porque sencillamente al estar más relajados, nos gusta disfrutar del placer de la comida.
Sin embargo, comer implica que tengamos que hacer la digestión y resulta que el proceso digestivo se complica cuando nos vamos a la cama. Por eso, es necesario cenar ligerito y, a ser posible, esperar al menos 1 o mejor aún 2 horas para acostarse. La digestión, sobre todo cuando se vuelve pesada debido a una cena copiosa, puede causar trastornos digestivos diversos, como la acidez estomacal que nos hará levantarnos con mal cuerpo y no poder dormir bien. Así que ronques o no ronques, cuida lo que cenas.
En cuanto a los ronquidos en sí mismos, lo que ocurre es que el estómago cuando está muy lleno, tiende a presionar el diafragma. Este es un músculo que repercute de manera decisiva en la respiración, por lo que esta se vuelve más dificultosa y da lugar a que ronquemos más.
Músculos de la garganta fuertes
La boca y la garganta también necesitan hacer ejercicio y es que a fin de cuentas ellos también son músculos. Y, ¿sabes qué? Que hacer ejercicio con tu boca y tu garganta es muy divertido, porque puedes ejercitar ambos sencillamente cantando. Y a todos nos gusta cantar, incluso a los que somos más tímidos, aunque lo hagamos a escondidas. Eso sí, recomiendan cantar antes de acostarse, pero mira el lado bueno: así podemos recordar esos años de la niñez en los que los personajes favoritos de los niños, como los Lunnis y la familia Telerín, les animaban a irse a la cama con simpáticas y pegadizas canciones.
La lengua también necesita refuerzo
Si la boca y la garganta son músculos y necesita ejercicio, la lengua no se queda atrás. Los ronquidos se producen porque la lengua se va hacia atrás mientras dormimos y produce esa reverberación del aire cuando respiramos que acaba convertida en un sonido repelente como es el ronquido. Puedes evitar que ocurra si la lengua está fuerte, por lo que tendrás que llevarla al gimnasio para fortalecerla. Pero tranquilidad, que los ejercicios son sencillos y puedes practicarlo tú mismo.
Por ejemplo, saca la lengua al máximo y muévela, hacia un lado y hacia otro, luego hacia arriba y hacia abajo y así repetidas veces.
Otro ejercicio es bajar la lengua hasta abajo y ponerla plana empujando con ella la boca, de modo que la punta esté rozando los dientes. Aguanta unos segundos (como 10 segundos), y luego repite de nuevo. Realiza 5 repeticiones.
Ahora a la inversa, eleva la lengua pero esta vez hacia atrás, con la boca abierta y llevando la boca hacia el paladar. Luego desplázala hacia atrás, es decir, hacia la parte más blanda o interna del paladar. Trata de no doblarla mientras lo haces. Esta vez tendrás que hacer 20 repeticiones.
Otro ejercicio consiste en fruncir los labios y hacer como si estuviéramos bebiendo con una pajita. Aguanta 5 segundos, relaja y repite 5 veces. Te ayudará tensionando los músculos de la lengua y la boca.
Cuando vayas a dormir, ponte de lado
La postura en la que dormimos es decisiva a la hora de roncar más o menos. Si duermes boca arriba, vas a roncar seguro, si eres propenso a los ronquidos. Mientras que si duermes boca abajo, roncarás menos, pero es una postura peligrosa que puede llevarte a la asfixia y ser incómoda para tu descanso y para tu espalda, cuello y cuerpo en general.
Tenemos que impedir que nuestra respiración encuentre un obstáculo y termine obstruida porque esto hará que ronquemos. De modo que si nos acostamos de lado, estaremos respirando mejor y roncando menos.
Hacer ejercicio, siempre ayuda
Las personas que hacen ejercicio, tienen mejores músculos, al igual que ocurre con la lengua, la boca y la garganta, que hemos visto que necesitan reforzar su musculatura. Además, al hacer ejercicio, las vías respiratorias se abren y consigues respirar mejor, lo cual es vital para dormir bien y para no roncar.
Por otro lado, el ejercicio mejora la calidad del sueño porque estamos más relajados y cansados, así que es raro que tengamos insomnio. Y si haces ejercicio, evitas la obesidad, que es otro factor que también causa los ronquidos.
Con estas 5 maneras de evitar los ronquidos, podrás mejorar tu calidad de vida, a la hora de dormir, pero también a sentirte mejor durante el día. Y verás también que van desapareciendo esos disgustos de tu pareja y mejorando la relación, al menos en relación al descanso y a tus ronquidos.